Sacamos la basura 2 o 3 veces a la semana de manera más o menos mecánica, todo lo que no nos sirve alguien se lo lleva. Los habitantes de Medellín descartamos cerca de 2.000 toneladas. Cada vez que amarramos la bolsa debemos tener en cuenta que solo se aprovecha un poco más de una cuarta parte de lo que nos sobra. Una vez ponemos los residuos donde corresponde, a la bolsa todavía le falta un viaje de 60 kilómetros hasta el relleno sanitario “la Pradera”, lugar donde se disponen diariamente más de 3.000 toneladas de 42 municipios de Antioquia.
La Pradera es un terreno técnicamente manejado dividido en vasos. Para dar una perspectiva, cada vaso equivale a tener 30 canchas del estadio Atanasio Girardot.
El vaso que se utiliza actualmente se llama “Altair”, que se va a llenar dentro de un año, en ese momento debería entrar a operar uno nuevo “la Piñuela”. Corantioquia le dio en abril de 2022 a Empresas Varias (EVM) permiso para llevar la basura a “la Piñuela”, con espacio hasta 2029. Sin embargo, el sindicato de EVM y algún concejal vienen señalando que estamos colgados, que la Piñuela no estará lista para diciembre de 2023 y que no hay suficientes recursos para asegurar su construcción.
La pregunta para EPM, el Área Metropolitana y la Alcaldía de Medellín es: ¿alcanzará el tiempo y la plata para el funcionamiento de La Pradera? ¿Estamos frente a una posible emergencia sanitaria, en la que nos toque entrar la basura en vez de sacarla? Estamos en mora: la Alcaldía, EVM y EPM para agilizar y evitar una emergencia; los ciudadanos para separar lo que sirve y, apelando a la cultura ciudadana, poner la basura donde toca a la hora que toca.
*Foto tomada de El Colombiano.
*Columna de opinión Luis Fernando Agudelo.
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