Medellín es una ciudad que ha enfrentado retos de supervivencia con el orgullo intacto. La crisis de la industria textil, la violencia originada en el narcotráfico, la imposibilidad de dar las luchas de políticas y de derechos humanos en paz, son ejemplos de los que hemos enfrentado. Hoy vivimos las peores consecuencias de la pandemia y un momento de conflictividad política inédito que le pasa factura a la ilusión de los ciudadanos.

Así lo revela la Encuesta de Percepción Ciudadana 2021. Los resultados muestran que el 80% de los medellinenses se siente orgulloso de la ciudad, pero el 55% de los ciudadanos creen que las cosas en la ciudad van por mal camino, la cifra más alta desde que se hace la encuesta en 2006. Adicionalmente, la encuesta de Opinión del Consumidor de Fedesarrollo muestra que Medellín presentó la peor cifra de confianza del consumidor de las principales ciudades del país en enero de 2022.

Esta baja de la confianza en el futuro, también se refleja en la confianza en la institucionalidad en general, en la Alcaldía de Medellín, el Concejo y los organismos de seguridad y justicia. De hecho, solo el 36% de los ciudadanos se considera satisfecho con la forma como la Alcaldía invierte los recursos públicos, la cifra más baja de los últimos años.

La Encuesta podría ser un síntoma de la aparición de la autocrítica como sociedad, un rasgo necesario para que recuperemos la ilusión y renovemos el orgullo. Estos resultados son una oportunidad para tomarle el pulso social a la ciudad y son la muestra de que los ciudadanos necesitan soluciones de la institucionalidad que impacten en su calidad de vida.