Las cuentas macroeconómicas son herramientas fundamentales para hacer seguimiento a la dinámica de la economía local, especialmente si se tiene en cuenta que el menor nivel de desagregación para este tipo de cifras por parte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) es el departamental. Tener información del producto municipal con desagregación sectorial les permite, tanto al estado como a las empresas y centros de investigación, realizar estimaciones valiosas sobre la importancia de la actividad económica local en el producto nacional, los principales sectores que determinan su variabilidad y la productividad de los factores involucrados en las actividades económicas de la ciudad.
Cada uno de los productos presentados tiene una utilidad particular en el análisis económico. El PIB sectorial permite conocer cuál es la participación de cada uno de los sectores productivos dentro de la generación de valor total de la economía local, es decir, determinar en qué medida el buen o mal desempeño de la economía depende de lo que suceda con uno y otro sector productivo específico. En el caso de Medellín, la estimación del Producto Interno Bruto incluye 35 ramas de actividad económica.
Las matrices MIP y SAM ahondan en las relaciones entre sectores productivos (MIP), o entre estos sectores, los tipos de agentes económicos y los factores de los que se sirven (SAM). Cada una de las filas incluye los ingresos de cada sector, agente o factor productivo relacionados con su contraparte en las columnas, mientras que las columnas corresponden a los gastos de cada sector, agente o factor productivo relacionados con su contraparte en las filas.
Así, la MIP registra la participación de un sector productivo en los 34 restantes, permitiendo identificar efectos de encadenamiento productivo. Por su parte, la SAM, además de incluir estas cifras[2], tiene en cuenta la participación de la población en el total del producto, desagregada en hogares, empresas financieras y no financieras, e instituciones sin fines de lucro. Adicionalmente, la matriz incluye como factores productivos la remuneración a los asalariados y el excedente bruto de explotación que da cuenta de los retornos de los demás factores productivos.
Según explicó Marco Mahecha, consultor encargado del estudio, se espera que tanto las cuentas municipales como las matrices MIP y SAM sirvan para la gestión municipal en el sentido del fomento de sectores económicos de desarrollo estratégico por sus retornos sobre los hogares (mediante la matriz de contabilidad social) o por sus encadenamientos productivos (mediante la matriz simétrica insumo-producto). Según el investigador los datos, adicionalmente, posibilitan el cruce de información con indicadores sociales y la producción de modelos de equilibrio general para la simulación de los efectos de choques productivos en una industria sobre los demás sectores productivos.
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