Columna de opinión. Luis Fernando Agudelo. ADN Medellín

Las imágenes de hurtos en las redes sociales son la demostración de la experiencia de los ciudadanos frente a las diferentes modalidades delictivas. La preocupación por la seguridad está afincada por la larga exposición de los ciudadanos de Medellín y el Valle de Aburrá a la presencia de organizaciones criminales que ejercen algún nivel de control territorial en la ciudad y a la inseguridad que de allí se deriva.

De hecho, la seguridad ciudadana engloba los derechos a la vida, la integridad y la propiedad. En este marco, tanto las acciones relacionadas con la prevención y contención de la acción de la delincuencia, como las realizadas para enfrentar los problemas de convivencia y cultura ciudadana, tienen cabida. Para entender la seguridad ciudadana, deben tenerse en cuenta los hechos que realmente suceden, las denuncias y la percepción.

Por lo que, la actual oleada de inseguridad que se da en medio de la reactivación de la movilidad debe entenderse en el marco de una ciudad que tuvo 26.700 denuncias de hurtos a personas en 2019 y 17.636 denuncias en 2020. Cuando se comparan los datos de denuncias de septiembre de 2020 con septiembre de 2021 los casos se aumentaron en cerca del 25%. La percepción de inseguridad surge de la realidad de la inseguridad y de las sensaciones de los ciudadanos en la vía pública.

De allí que, el llamado es a denunciar con el fin de poder tener los datos que permitan desencadenar los procesos de investigación y la obtención de datos para poder tomar mejores decisiones, hacer seguimiento y evitar que las justificaciones sobre la percepción de inseguridad se limiten a la mayor visibilidad pública de los casos.